lunes, 13 de septiembre de 2010

Ruinas de Tulum

A 5 minutos en auto antes de llegar al pueblo de Tulúm hay un estacionamiento sobre la ruta con pequeños artesanos, bares y..... "grupos de turismo".
""""Ojo con ésta gente"""", ¡¡¡allí no se abona la entrada a las ruinas!!! ellos solo ofrecen su servicio de guía....uno cree que es ahí porque están al lado de la barrera que inhibe el paso de los autos...

Desde la barrera caminando unos 10 minutos por un acceso rodeado de manglares y una vegetación exuberante se llega al lugar estatal que vende las entradas para ingresar al predio amurallado.

Realmente es una lástima que la gente que visita el lugar tenga tan poca conciencia ecológica: si bien el estado no colabora pues en todo el trayecto hasta las boleterías no hay un solo tacho de basura, la gente en su afán de deshacerse de su mugre ha tirado todo tipo de plásticos y bolsas que se puedan imaginar hacia los costados contaminando el agua del pantano y todo el ecosistema.Realmente me apenó muchísimo tanto descuido pues el lugar es paradisíaco y la llegada del hombre terminará destruyendo todo...

Una vez que se atraviesa la muralla de piedra de 2 metros de ancho y unos 4 metros de alto el paisaje es grandioso...

Esta antigua urbe amurallada, erigida a lo largo de 6 km sobre la cima de un acantilado de 12 metros de alto sobre el Mar Caribe (la única ciudad maya sobre el mar) esta formada por ruinas de numerosos recintos administrativos y templos religiosos donde uno puede transportarse en el tiempo a través de sus calles.
Y revivir su época de apogeo comercial maya a la que arribaban numerosas embarcaciones a su puerto allá por el año 1200-1400 d.c. cuando sus pobladores la llamaban: ZAMA (en maya: amanecer). Su nombre Tulúm (en maya:muralla) sobrevendría en la época prehispánica por las 3 murallas que delimitan y resguardan el lugar.

Las edificaciones resaltan en medio del césped bien cortado y decenas de iguanas que toman sol a gusto como estatuas (tenemos diez millones de fotos de iguanas). Para resguardar las estructuras de la depredación de la gente, están cercadas con finos cordeles. Una de las ruinas de las torres de vigilancia está sin cordel y sin control, por lo tanto la viveza de la gente es entrar a sacarse fotos allí dentro destruyendo algo que es patrimonio histórico de la humanidad, que si todos lo hacen en unos años ya no existirá..........(que impotencia sentía......)

Sobre el acantilado hay un mirador con un paisaje paradisíaco. Desde allí se puede observar el lugar en el que atracaban los barcos y una playa donde la gente tiene acceso a bañarse en las cristalinas aguas del Caribe...

Al principio de éste post les comenté que tuvieran cuidado con las empresas que estan al llegar en el estacionamiento: pues nosotros fuimos uno de los que caímos en la trampa....
Pensando que había que abonar allí, hicimos la fila junto a otros turistas. Nos ofrecieron un paquete en el que nosotros primero recorríamos solos la urbe amurallada y luego al salir,bordeando por fuera la muralla nos esperaba una lancha con servicio de bebidas y con un guía que nos explicaría desde el mar todo lo que habíamos visto arriba y lo que se veía desde allí aparte de conocer toda la costa desde el mar...
Les cuento que adquirimos esa excursión, pero cuando llegamos a la puerta de las ruinas había que abonar la entrada aparte.
Cuando salimos de recorrer las ruinas, bajo un sol que rajaba la tierra comenzamos a caminar bordeando la muralla pero nunca aparecía un camino que fuera hacia el mar por lo que paramos un taxi que pasaba( caminando era como media hora).
Les cuento que el servicio de bebidas consistió en una lata de gaseosa para cada uno. Y el chico que manejaba la lancha no tenía ni idea que nos tenía que contar algo sobre las ruinas. Y lo único que pudo decir es que los mayas eran una "religión similar a la católica"(me dió lástima ajena su desconocimiento de sus antepasados).......Y que los españoles cuando llegaron dragaron con sus "poderosas" naves la barrera de coral para poder avanzar hacia el puerto desde altamar...(apenas tenían unas carabelas, pero la imaginación a veces juega una mala pasada)
Luego nos llevó a los dos mar adentro a hacer snorquel sobre la barrera de coral, lo que se veía era maravilloso, pero a costa de tapar a esos corales que tardan 100 años en crecer un centímetro con litros de gasolina de las lanchas que llegan hasta ellos y pasan a centímetros de sus bordes....

La verdad me sentí estafada en mi buena fé y muy dolida por el descuido de un lugar soberanamente maravilloso...es realmente un paraíso.

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