martes, 10 de marzo de 2009


"PARA ROMPER EL HIELO..."

Empiezo contándote algo de mi, que marcó los pasos de mi vida....
Nací en un pueblo de una provincia Argentina. Soy hija de padres separados.
Mi "padrastro" me conoció cuando tenía 2 añitos, cuando tenía 10 comenzó su acoso sexual...

"Era una tarde de sol, yo recién bañada y con mi ropa perfumada, jugaba en la vereda. Cuando él estaciona su camioneta y me llama para que le avise algo a mi mamá, como tantas otras veces...Subo a la camioneta con confianza, como el asiento era muy alto y no llegaba me jala con fuerza de un brazo y me ayuda a acercarme para saludarlo, como siempre le dí un beso en la mejilla, pero esta vez mantuvo su abrazo sobre mis hombros....
Mientras me preguntó por mi madre, su mano derecha se deslizó hacia adelante sobre mi camisa amarilla.... primer sensación: me sentí incómoda y me incliné hacia adelante, sin entender que sucedía, solo por instinto..... Porque si bien nunca había escuchado hablar de sexo ni de desarrollo sexual en mi casa, mis pezones ya estaban apareciendo cual tapitas de gaseosa y sentía hasta el mínimo roce de la camisa...
Siguió haciéndose el simpático con sus preguntas y con el impulso de una risa me jala de nuevo hacia atrás y en el mismo movimiento desliza su mano y me toca de nuevo. Solo me acuerdo que seguía riéndose de no me acuerdo que....volví a hacer fuerza hacia adelante...yo estaba aturdida, asustada, avergonzada, furiosa...su mano esta vez estaba firme... hice fuerza con mi brazo izquierdo y logré vencer su resistencia, le dije que debía irme y bajé rápidamente de aquella camioneta.

Mi cabecita ingenua que aún soñaba con la próxima muñeca, no podía procesar lo que había sucedido, era confuso, ¿había sido intencional o había sido casualidad?, la única certeza: era mi angustia y que no lo quería volver a ver en mi vida, pero como él se comportaba con naturalidad, mi madre ¿como me iba a creer lo que había pasado?,....y me lo guardé para mí....

Solo mi fe en Dios me daba la fuerza suficiente para poder seguir resistiendo por años, lo que se transformaría en un embate cotidiano.

Socialmente era increíble que algo así pudiera estar sucediéndome, ya que para todos era el padrastro perfecto.....
Quien imaginaría que él, hijo de familia tradicional y de muy buena posición económica, en ausencia de terceras personas, mientras yo secaba los platos y mi madre dormía la siesta, rodeaba mi cintura, y quería tocarme los senos y besarme la boca, o mientras miraba una película en la TV se sentaba próximo a mi y acercaba con disimulo y lentamente una mano a mi entrepierna, o me espiaba desde la puerta al dormir en mi cama o al vestirme sin darme cuenta....
Quien imaginaría todo eso, cuando con autoridad le imponía a mi madre que él debía llevarme a la escuela por la mañana, para que no me pasara nada con ningún desconocido en el camino ¿¿¿¿¿¿?????? Mi resistencia a su compañía era catalogada como capricho y me obligaban igual......

Cuando fui mas grande y tuve el coraje de contarle a mi madre contra lo que luchaba día a día, mi madre no me creyó y le preguntó a él, es lógico que él no se auto-inculparía y dijo: "Yo nunca hice nada, está mintiendo"
La presencia de mi padre en mi vida era solo económica....lo veía solo una vez al mes cuando me entregaba el dinero de manutención...para mi era un conocido malhumorado, no alguien de confianza....

Solo mi fé en Dios sostenía los sueños que cuando cumpliera los 18 me iría a Buenos Aires y no volvería jamas a vivir todo ese infierno...

Pasaron los años, terminé el secundario y al fin logré mi adorada distancia, pero mi cabeza nunca se alejó de aquella tortura....
Mi lucha cotidiana pasó a ser tener algo de autoestima, soportar el terror a la gente, y contra la depresión....
Ya en Buenos Aires en distintas etapas pedí ayuda a distintos terapeutas, y logré graduarme en la Universidad, comencé a trabajar, traté de reconstruir mi vida y hacer una vida normal, pero el trauma estaba aún allí, seguía latente...

Como un volcán hizo su erupción a mis 31 años con ataques de pánico diarios que me despertaban mientras dormía por la noche con asfixia, dolor y puntadas insoportables en la cabeza, taquicardia, hormigueo, frialdad y parálisis de todo el cuerpo...

Se me paralizaba y endurecía todo el cuerpo hasta que la medicación lograba hacer efecto y detener todo aquello....
Vaya paradoja que la parálisis comenzaba en mi brazo izquierdo con el que la primera vez pude alejarlo a él de mi....

Fueron también años y años de lucha, en los que no tenía fuerzas para mover mi cuerpo, ya que quedaba extenuada luego de cada ataque....

Cuando me dieron el alta de los medicamentos comencé mi lucha contra la infertilidad....pero de eso hablaremos en otros post.

4 comentarios:

Jimena dijo...

Hola, soy psicóloga y trabajo con niños institucionalizados. Nuestros niñitos vienen de hogares de riesgo, en donde les ocurrieron cosas terribles, entre ellas lo que te pasó a vos. Cuando te leo, no puedo evitar imaginarme la vida de algunos que hoy en día tiene 3 o 4 años, y que aún no tienen síntomas evidenciables.
A diario convivo con éstos niños y ésta problemática, tan común y desgarradora.
En el caso de éstos chicos el peligro fue detectado, pero hay muchos, lamentablemente, q no se conocen JAMAS.
Me sirvió mucho leerte, deseo de corazón que tu lucha contra éste terrible mal esté próxima a una victoria. Besos

CHIPI dijo...

Hola Jimena

Tu labor es una bendición del cielo para esos niños...
Para mi fue muy difícil transitar por toda esta situación sola, mis herramientas de defensa eran instintivas, me corría o lo esquivaba con mucho miedo.
El problema mas grave es que es imposible pedir ayuda. La vergüenza y el miedo al castigo es infernal. El terror a hablar y que no me crean. LLorar en silencio y pedirle a Dios fuerza para soportar y defenderme eran mis únicos desahogos.
Por eso creo que es muy importante que todos los adultos esten atentos a las actitudes de los niños.
Cuando vine a estudiar a Buenos Aires, viví en una residencia de estudiantes. Varias chicas habían pasado por lo mismo,y estaban tratando de reconstruir sus vidas como podían a los tumbos, algunas nunca habían podido hablar del tema con nadie.
Yo me atreví a contarlo aqui porque necesito saber que tal vez alguien que lee esto puede salvar la vida de un niño...
Mil gracias Jime por lo que haces y por comentarlo es una caricia para mi corazón.
Te dejo un besote enoooorrme.

Anónimo dijo...

Hola Chipi, realmente te admiro mucho por animarte a dar testimonio de ese terrible abuso, te cuento que a mi me toco vivir una situacion muy similar pero con mi vecino de mi casa de soltera, solo que yo aun no se lo pude contar a nadie, ese hdp me arruino mi infancia, mi vida....y es el dia de hoy que lo veo (cuando voy a la casa de mi mama)se merevuelve el estomago y siento sed de venganza...pero me siento muy chiquita, no puedo hacer nada solo en mis sueños logro putearlo...
Hace 6 años que buscamos un bb y no viene, y este tema del abuso se me puso mas a flor de piel a raiz de leer el libro Mente sana, embarazo seguro....me gustaria contarle a mi esposo, pero no puedo es un bloqueo total que tengo, ni con a los psicologos pude.
Te dejo un beso enorme, gracias nuevamnete por compartir esta horrible experiencia pero me ayuda a ver que no estoy tan sola...

Natu

Carolina dijo...

uff que fuerte mujer. nada mas que decir.
un HDP ese tipo