Hay cosas de la niñez que nunca se pierden, a pesar del paso de los años....
Principalmente mi amor por los niños, la naturaleza y los animales...
Siempre me maravillé con el vuelo de las aves, la alegría de los perros al llegar, el ronroneo de los gatos.... el tiempo se me pasa sin darme cuenta al observarlos, porque los disfruto con toda mi alma....
De pequeña vi dos cosas opuestas el amor de mi padre y el maltrato que le daba mi padrastro a estas criaturas de Dios....
Mientras mi padre no mataba ni una hormiga y disfrutábamos juntos de las largas caravanas hacia los hormigueros, mi padrastro era amante de salir a cazar con el rifle cuanto bicho se le cruzara por el frente dejando cientos de animales huerfanitos....
Es al día de hoy que me desespera el maltrato y la indiferencia hacia el sufrimiento animal.
Aquí en mi blog a la izquierda arriba verán una organización que se dedica a curarlos y a encontrarles un hogar...si pueden ser padrinos de algún tratamiento u ofrecer ayuda de alguna manera serán bienvenidos...
Los animalitos siempre fueron mi gran compañía desde pequeñita, en los momentos de gran desolación...
Mi primera gata Caty, apareció de bebé en el jardín, era un sol, ella siempre estaba conmigo, en cada pelea de mis padres su compañía llenaba mi corazón, cuando mis padres se separaron mi padrastro no me dejó llevarla y un vecino la envenenó....También tuve un perrito igual a Bengy pero me lo sacó mi padrastro y lo ató en un patio al fondo de un galpón y ahí lo envenenaron porque ladradaba. También tuve un patito silvestre, porque mataron a la madre un día de caza, me seguía por la vereda pero al crecer en el departamento no podía estar, así que se lo dieron a una señora que tenía gallinero, ahí se enfermó con la humedad y la falta de espacio y se murió todo tullido....
En mi adolescencia, cuando sufría los abusos que conté de mi padrastro, quien no me dejaba salir ni hablar con nadie, mi perra Bonnie era mi gran compañera, me escuchaba y secaba las lágrimas con sus lenguetazos.
Las perdices que llegaron huerfanitas venían a comer de mi mano y me dejaban acariciarlas....
En mi cuarto tenía un canario y dos cotorritas australianas todo el día sueltos, ya que en la ventana había protección. Andaban sobre mi cama o sobre mi escritorio, solo entraban a su jaula atraídos por una buena hoja de lechuga para dormir por la noche.
En el patio también tenía 2 teros, una tortuga y un loro barranquero, de esos que hay en las barrancas de la Patagonia. Se cayó del nido de bebito y con paciencia lo embuché cada 3 horas y se puso hermoso, remansito, después andaba suelto por todos lados donde hubiera alguien, ya que le cortaron las plumas de la punta del ala para que no se vaya....De día andaban afuera y al atardecer solitos entraban al quincho....
Cientos de mascotas pasajeras pasaron por el patio ya que las traían del campo y luego las mataban para hacer en escabeche, al horno o hervidas para mi gran desesperación....por lo que cada día era una lucha que aceptaran que no quería comer carne....hoy en día soy vegetariana....
La indefensión de aquellos pobres animales, era la misma que yo sentía....la misma impotencia ante la brutalidad y la falta de compasión ante el sufrimiento ajeno...
El amor de todos ellos fue inmenso durante todos esos años difíciles.... a todos y cada uno de ellos les debo su compañía, sus besos, su alegría al verme, su calor de amigos....ellos me daban fuerzas para seguir, y soñar que algún día habría un mundo mejor.....
Una vez en Buenos Aires, y en mi propio espacio, a mi vida fueron llegando muchos amiguitos desprotegidos que a lo largo del tiempo se convirtieron en mis hijitos del corazón....hoy ellos son mi hermosa familia, mas adelante les voy a contar quienes alegran y llenan mi vida cada día.....Mis hijitos son la luz de mis ojos cada mañana, y vivo para ellos....
Quienes tienen sus hijitos del corazón, saben del inmenso amor que les cuento ¿compartimos experiencias?
¿Feliz? cumpleaños
Hace 8 meses