"Año nuevo, vida nueva" (así dice el refrán). Solo es cuestión de proponérselo o....... tal vez del destino....
El 31 de diciembre de 2008 renové mis deseos en el barrio de Barrancas de Belgrano y luego del brindis de rigor nos despedimos de mis suegros. Las cañitas voladoras y los cohetes surcaban el cielo y también las veredas, por lo que mas deseaba en mi vida era subir a un taxi y estar en mi casa, pues les tengo "terror" (en la clínica he visto lesiones severísimas por dichos artificios). Como el taxi no llegó nunca,decidimos esperar algún colectivo en avenida Luis M. Campos, aterrada sentada en el escalón de un negocio, debajo de un balcón en mitad de cuadra....Los colectivos tampoco pasaban y las paradas se iban llenando de gente vestida de fiesta...aunque el ruido era mas propio de un campo de guerra...que de un festejo...
Pero alguien mas estaba tan aterrorizado como yo con todas esas explosiones.... De pronto desde la esquina dobla a toda velocidad, muerto de miedo, con sus orejitas para atrás, sus ojitos grandes, su ceño fruncido, y su corazón a punto de explotar como el mío.... La gente lo vio pasar a la carrera y se reían...
Yo estaba a su misma altura y antes que pase a mi lado lo llamé, él frenó me olfateó y cuando vi su collar azul, lo agarré antes que siguiera en su alocada carrera que seguramente terminaría muy mal...Lo abracé y nos acurrucamos los dos en aquel escalón, ambos temblábamos pero nos dábamos valor para seguir allí esperando.....
Los minutos corrían y los colectivos comenzaron a pasar, la gente a irse,..... pero ningún dueño perseguía aquel pichicho, y los cohetes seguían...Pasadas las 2 de la mañana decidimos caminar por la avenida con él en brazos, pues de bajarlo huiría descontrolado nuevamente y un chofer no nos permitiría subir con él a su colectivo....Unas cuadras yo, otro poco mi príncipe y así hasta llegar hasta la iglesia de Carranza, donde un taxista se apiadó de nosotros y paró para llevarnos con el pichicho.
Al llegar a casa para que nadie lo moleste, le puse unos diarios para que se acueste en un baño, un poco de agua y comida....
Al otro día en cuanto me desperté lo bañé, estaba lleno de pulgas y garrapatas, y directo a la veterinaria.... Allí me indicaron un aislamiento de una semana, para prevenir que no hubiera ningún contagio de nada con el resto, le pusieron un antiparasitario, un antipulgas y al baño de nuevo....en tres semanas mas recibiría las vacunas....
Durmió 3 días seguidos. Cuando entraba al baño, él intentaba pararse pero se le abrían las dos patitas de adelante hacia los costados y caía rendido al piso de nuevo...Temblaba mucho, de a poco me fui acercando, acariciándolo, para que tome confianza y al tercer día el 3 de enero: resucitó....
Salí a hacer compras y cuando volví había destrozado la esquina de la puerta, la había mordido y aullaba como loco...
Mientras estaba conmigo estaba tranquilo, lo dejaba solo y comenzaba a aullar. Así fue que los días siguientes me tuve que ir a dormir al diván del escritorio con él y así descansábamos todos mientras duraba el aislamiento...¿y él? él lo mas PANCHO.....
En Belgrano nadie reclamó por él, y su estado lamentable decía todo. Su cuerpito lleno de pulgas y garrapatas, su collar sucio, las almohadillitas de sus 4 patitas estaban lisas, chatas y duras como suelas de zapato, y en el centro de cada almohadillita un agujero (jamas había visto eso), allí supusimos que seguramente iba al lado de los carros de los cartoneros juntando basura...
Seguramente sus patitas le dolerían mucho, pues todo el tiempo se las lamía. Yo se las masajeaba y le ponía crema para recomponer las almohadillitas, y así se fueron ablandando hasta que le pude cortar los callos...
¡¡¡Que manera de comer!!! se desesperaba por su alimento balanceado, en dos segundos terminaba su plato...
Durante meses cuando yo salía o él no me veía, aullaba hasta que regresaba. No quería estar con nadie mas que conmigo (al extremo que no podía ni ir al baño sola). Cuando regresaba era una fiesta, no paraba de saltar y besarme por un rato. El príncipe con el tiempo logró conquistarlo dándole galletitas y así de a poco lo fue calmando y comenzó a quedarse en silencio con él.
Le tiene muchísimo miedo a la gente, tal vez lo deben haber golpeado mucho...Cuando viene alguna visita, grita y aulla como loco y en su carrera por esconderse se va haciendo caca del miedo...por lo que hay que guardarlo antes en algún lugar tranquilo....
Mi papá ya es anciano, lo que me motivó hace un par de años a compartir domicilio con él, pero es muy agresivo conmigo. La casa la hemos dispuesto de tal manera de compartir solo la cocina para evitar problemas. PANCHO desde el primer día que lo vio debe haber percibido mi adrenalina, porque nunca jamás lo quiso. Si mi padre aparece de golpe le hace frente le gruñe y ladra, si se me acerca le muerde los tobillos, tampoco lo deja ir a "mi lado" de la casa, se desespera...Yo nunca lo incentivé para que me haga de guardaespaldas, al contrario lo reto, pero estoy segura que él percibe al olfatear mi miedo y deseos de huir, y pobrecito tan pequeñito me defiende por las dudas...
Su vida en la calle debe haber sido muy traumática, lo asustan los ruidos, los movimientos bruscos, la gente desconocida...
Al salir a pasear las primeras veces con pretal no caminaba. Echaba el culito para atrás no quería salir y se hacia llevar arrastrado, hasta que aprendió que si sale, luego regresará con todas sus hermanas...
Su forma de ser cambió con el transcurso de los meses. Al principio se acercaba con la cola entre las patas, temblaba aun durmiendo, no se atrevía a jugar con las otras perras. Mientras las otras jugaban, él se acercaba a ellas, pero solo para mirarlas, del miedo salía corriendo a meterse debajo de un sillón. Cuando alguna intentaba jugar con él lloraba y corría a esconderse.Nunca jugaba a morder huesitos o pelotas...
Pero con el tiempo la CHIQUITA le ganó por cansancio invitándolo a jugar, ella le enseñó como hacerlo y que nadie le haría daño y así comenzó de a poquito a dejarse mordisquear un poco, luego él también mordía....y ahora depende quien tiene ganas de jugar es el que empieza y se corren por toda la casa. Aprendió a jugar con pelotas de tenis.... Nos pide a nosotros de jugar....
Como todas son hembras que sea machito nos obligaba a castrarlo, pero había que esperar que se pusiera fuerte para soportar una cirugía. Así que la castración llegó para la época de celo de LULY y CHIQUITA. Los mantenía separados, pero lloraba todo el día.
Al otro día de ser castrado me partía el alma, la pantalla que se le pone en el cuello para que no se saque los puntos, porque se chocaba todo, así que decidí sacársela. Lo controlaba todo el tiempo a mi lado, pero....
Pero siempre hay un descuido. De pronto escuché un grito y salí corriendo, cuando llegué ya era tarde el PANCHO estaba teniendo sexo con la CHIQUITA. Aún desbolado y todo, estaba súper enamorado, así que por una semana los tuve que aguantar llorando a todos....
Y hablando de llantos, hace poco nos fuimos de vacaciones y mi asistente quedó en casa al cuidado de todos. Yo soy de esas madres culposas, que piensa todo el día en sus cachorros, así que llamaba todas las noches a ver como estaban y obviamente como ella quería que me distraiga no me decía la verdad.... El PANCHITO se pasó los 3 primeros días aullando todo el día sin comer y por las noches iba a la puerta a llorar desconsolado...hasta que llegó la solución.....un pullover que yo había usado antes de irme sobre su frazada y eso lo calmó definitivamente....
Tal vez Freud diga que tenemos el complejo de Electra, pero muero por mi varoncito, es mi debilidad y yo la de él....